viernes, 11 de noviembre de 2011

Algo mas y mejor que decir sobre el 11,11,11

(Ficción):
Son las 11:57. Me siento super super, SUPER abatida. Estaba segura que mi vida estaba por cambiar. Llevaba 32 años, 9 meses y 16 días esperando este momento. Un túnel en el tiempo, un pare en el camino, el fin de mi mundo. Un borrón y cuenta nueva como dicen las canciones de la detestable radio romántica.
Estaba en una reunión con mi jefe quien es adicto a la tecnología. Se había distraído explicándome el funcionamiento de su nuevo lapicero, que lee coordenadas en un cuaderno y que luego al poner el lapicero sobre la escritura realizada en una fecha x, empieza a revelar grabaciones de voz del momento en el que fue escrito. Entro en paranoia, primero porque estoy segura que la tecnología nos domina y segundo porque creo que todo lo que digo es grabado por mi jefe.
De pronto (y como siempre en estos cuentos) suena el teléfono, tiriririri, tiriririri (antes era ring, ring, pero los menores de 25 ya no saben lo que es eso). Llaman a mi jefe de una compañía de hippies llamada Happy Land, o algo así a ofrecer servicios de capacitación in house. Mientras él habla yo lo miro, escaneo su cara y sus reacciones a la llamada de teléfono, me pregunto ¿qué demonios le estará diciendo la hippie para que él ponga esa cara de confusión? y pienso: “¿Qué cantidad de gente que hace lo mismo que yo? (capacitar). Ahora hasta los hippies quieren entrar al mundo organizacional. El sucio dinero. Que talento tan poco especial tengo, tal vez debería escribir. Pero hoy en día cualquier idiota escribe también. Mmmm, creo que pienso en muchas cosas a la vez, mi cabeza está llena de conceptos. Creo que tengo que meditar mas.”
Y bueno, peor aún. Después me acuerdo de cuantas veces yo me he comportado como una hippie y la sensación de incomodidad causada por hipocresía autogenerada se suma a la paranoia. Mientras mantengo una apariencia muy ejecutiva todas estas ideas dar vueltas por mi cabeza. Y justo cuando uno piensa que la cosa no se puede poner peor, lo peor llega. Veo en el reloj de su escritorio que son las 10:59, me disculpo, salgo disparada, corro a mi ventana, llego justo a las 11. Y de pronto….Y DE PRONTOOOO…..no pasó ni mierda, NADA, CEROOOO. ¿Pero que es esta estafa? Donde están las bolas de fuego, los ángeles bajando a la tierra, el rayo luminoso de Dios.  Ni un puto arcoíris. Nada. 32 años, 9 meses y 16 días esperando este momento. Como todo LO QUE SE ESPERA, NUNCA LLEGA. Ante la fatídica notica de la no ocurrencia, solo quedaban dos caminos: saltar o despertar.

(Realidad):









Entonces tuve el valor de despertar, que es más grande que el que se requiere para saltar 14 pisos a la nada. Requiere mucho más coraje enfrentar que evadir. Requiere más coraje actuar en el mundo, que observar nuestro papel secundario en la película de la vida.
Esta fecha maldita para algunos, llena de bendiciones para otros, nos recuerda que nada es destino. Que no se puede pedir, lo que no se da. No se puede entender completamente lo que no se experimenta.  No se puede dejar la vida propia y menos la existencia humana a merced de ningún numero, ninguna cábala, ningún profeta y ninguna creencia.
La ley más humana es la de la causa y el efecto. Tomar responsabilidad de lo que pasa en nuestras vidas, eso sí que no le gusta a nadie, pero en algún momento eso tendrá un efecto que vendrá a bofetearte en la cara. Tomar responsabilidad sobre lo que pasa en el mundo, eso a casi nadie le importa realmente. Si no cambiamos nosotros la forma en que vivimos es muy probable que todas las profecías las hagamos realidad, nosotros las haremos realidad.
Así que recomiendo dedicar este 11.11.11 no sólo a hacer deseos para que algo o alguien nos ayuden o nos salve o nos escuche, sino para escucharnos a nosotros mismos, ayudarnos a nosotros mismos. Empecemos a observar nuestro comportamiento individual y también colectivo y a preguntarnos cuál será el efecto de lo que estamos causando hoy. Y entendamos que tú y yo somos parte del colectivo, somos parte del universo y hemos sido dotados de la inteligencia para influirlo de la mejor manera que deseemos. Todo está en nuestras manos y ningún esfuerzo es vano. El camino puede ser duro, pero lo que no mata engorda.

jueves, 1 de septiembre de 2011

TRES POR MES


De todas las ideas que he tenido, esta es sin duda la más copiada, simple y poco ocurrente. Pero algo que creo que siempre tengo es capacidad de influenciar. Así que elegí compartirla con mis conocidos y amigos.

Los "limeños" vivimos adaptándonos y diría yo ya acostumbrados a observar pasivamente las carencias del resto. Nos acostumbramos al dolor de los demás, a la violencia que sufren los demás, a la pobreza que sufren los demás. Comentamos muy preocupados estos hechos, con empatía sincera. Sin embargo esta empatía sólo empuja a unos pocos a la acción. Estos pocos que si hacen algo, son los que yo reconozco como seres humanos bien desarrollados y con un excedente para dar.

Muy pocos de mis conocidos cercanos, y me incluyo, hemos tenido experiencia directa con esta realidad realmente dura. Cama húmeda todo el invierno, no tener techo, estar enfermo y saber que me voy a morir porque no tengo un mango, falta de extremidades, soledad absoluta, no poder darle algo de comer a mis hijos, arrastrarme por el piso todos los días como un trabajo a plazo fijo.

Esto no quita por supuesto el mérito de haber tenido que sobreponernos a nuestras propias angustias, dolores, enfermedades o miserias. Cuando tenemos excedente en la vida, muchas veces incluso tenemos angustias autogeneradas, por puro aburrimiento. Finalmente la felicidad o infelicidad está solo en nuestra mente y en la manera como entendemos lo que sucede a nuestro alrededor.

Esta idea empezó pensando en el tráfico, se llamaba originalmente tres al cubo, pero se me pasó. Y hoy andaba cómodamente y bien calientita en mi auto, con ropa hasta por demás, bien enjoyadita y perfumadita, camino a la oficina y tarde. Había dormido 12 horas anoche en una cama a todo meter, calientita también con doble almohada y doble manta. Abrí los ojos y encontré como por arte de magia mi juguito en la mesa de noche (gracias Pa). Ahh que rica es mi vida pensé y cuanto por agradecer.

Pero volviendo a la ruta. Pasaba y vi a un señor sentado en el piso, sin piernas que pide dinero. Es simpático, yo ya lo había saludado antes. Estaba solo con un polo amarillo jalándoselo hacia arriba, como para abrigar su cuello. Justo minutos antes un amable tipo me había regalado un diario nuevo que está circulando muy bueno y gratuito. Había aprovechado el semáforo para darle una mirada y decía: “debemos seguir cuidándonos del frio, seguirá durante septiembre”. Así que a pesar de que ya estaba en verde el semáforo y que todos los amables HDP me tocaron claxon, me acerque, me saque mi chalina calientita y perfumadita y se la dejé al señor. Yo estaba más feliz que él...me sentí TAAANNN buena, ni se imaginan. Y ahí es donde me di cuenta que siempre es uno más feliz cuando da que cuando recibe. SIEMPRE. Y ¿porque? ¿Porque es esto así? Porque el algún lugar de nuestro (pervertido por la sociedad) ser, somos seres humanos y los seres humanos tienen necesidad de vincularse, de cuidar, de proteger.

Así que pensé que sería una buena idea recordarles a mis amigos lo rico que se siente hacer cosas por lo demás. Pero no por los que nos caen bien o nos importan. Sino actos de verdad desinteresados de generosidad. NO TIENEN QUE SER GRANDES, puede incluso simplemente darle paso a un peatón que está pensando en su cabeza: "me hartan todos estos CSMs que no me dejan pasar"… y justo ahí puedes estar tu, lo dejas pasar y no solo le ayudas a llegar a su destino sano y salvo, sino que le ayudas a tener un estado mental mucho más positivo y sano, que ojalá y le permita tener excedente para hacer lo mismo por los demás.

El resultado si compartimos esta iniciativa no tengo que explicarlo. Si empezamos a implementar la buena práctica de hacer tres cosas buenas, generosas y desinteresadas por mes, los otros verán el efecto, verán que nosotros somos más felices y querrán hacerlo también. Así cada vez más personas incluirán están buenas prácticas en sus vidas y se generara más beneficio colectivo. Los que reciben ojala serán más felices también.

La idea es que el único que va a observarte y poner a prueba tu humanidad eres tú mismo. Nadie más. En esta pela no se muere ningún niño, por si les suena conocido, el único que se muere es el egoísta que vive en mí.



El símbolo de mi minicampaña: el Loto.
Representa renovación. Triunfo después de haber luchado incansablemente en contra del fracaso. Estas iniciativas siempre tienden a carecer de continuidad, pero yo estoy comprometida con la causa. Es fácil, es simple y es sostenible. Lo bueno de la idea es que es súper personal, nadie va a saber lo cada uno es capaz de dar o de hacer. Queda a criterio personal y es una oportunidad para poner a prueba su automotivación y su REAL aprecio por los demás. SIN FLOROS.
Puedes hacer lo que tú quieras, lo que para ti sea significativo. Desde dar pase a una persona, regalar algo que no usas, saludar al vigilante del edificio donde trabajas, donar la mitad de tus cosas o el 10% de tu salario. Lo que te salga mas natural o te inspire, lo que más te cueste, lo que más fácil te parezca. LO QUE TU QUIERAS, PERO TRES AL MES.

Apoya esta campaña personal (de ti contigo), porque no es tan difícil, a ver si nos engordamos de excedente para dar.

Películas recomendadas para reforzar: Hacia Rutas Salvajes, En busca de la Felicidad, Cadena de Favores, Un cuento chino.

sábado, 23 de julio de 2011

VENDETTA: Matanza de gatas.

Hoy, a pesar del optimismo envidiable que me caracteriza, tuve pensamientos bastante oscuros. Mientras manejaba por la playa dirigiéndome a un almuerzo familiar que terminaría disfrutando más de lo que pensé, una frase muy precisa, incisiva diría yo, atacó mi mente: “las mataría a todas, las mataría con mis propias manos”.  Me sorprendió lo loca que sonaba, lo horrible que sería si yo llegara a publicar esta frase en mi Facebook. Probablemente sería la confirmación para muchos de que algo en mi está un poco cu-cu.
Pero no pude evitarlo. Creo que se me han cruzado ya bastante en el camino para no haber desarrollado este sentimiento. Me refiero a las gatas…ahhh si, las detesto. Lo peor del caso es que creo que estoy un poco paranoica porque siento sinceramente que me persiguen. En realidad los que me persiguen son los ex dueños de gatas. Ellos llegan a mi vida siempre con rastros todavía de sus pelos gatunos en la ropa, esos pelos que solo los que tienen anticuerpos pueden llegar a soportar sin enfermarse.
Esta especie se caracteriza por su inmenso egoísmo, deslealtad y su poder de seducción. Son capaces de arañar la mano de quien las alimenta una y otra vez al ritmo de su antojo, incluso solo por jugar. A simple vista no son muy atractivas pero sus movimientos pueden seducir a cualquier inexperto. Ellas se muestran interesantes, independientes pero cariñosas con sus dueños. Ellos las acarician, las alimentan, las protegen. De pronto un día las ves mirando por la ventana, distantes y ditraídas. ¡Mucha atención con esta actitud caballeros pues lo que sigue es un ataque brutal y despiadado! Toman el corazón de sus dueños y lo traicionan una y otra vez. Luego lamen sus patitas ensangrentadas y casi sin dejar rastro evidente de sus actos salen por la ventana sin mirar atrás.
Pero si te ha pasado, no estés triste, ni una lágrima al suelo aun, porque posiblemente volverá un par de veces más a repetir el plato hasta que encuentre alguien más que la alimente con eso que tú le das.  Ten especial cuidado si eres muy distraído; pueden incluso después de todo eso dejarte una cría que alimentar.
Lo lamentable del asunto es que estas gatas son capaces de convertir a hombres cálidos, buenos y por demás generosos en personas melancólicas, asustadas, a veces dependientes y en los casos más severos incapaces de volverse a enamorar. A más bueno el hombre más profundo el daño, porque los buenos tienen el corazón más tierno, jugoso y expuesto.
Los ex dueños luego de varios enfrentamientos con la gata del mal, lavan las heridas con mucho alcohol. Al poco tiempo el vacío los confunde y creen haber aprendido la lección y adivinen qué, salen rápidamente a buscar lo que consideran la solución: Una perra.
Si es una perra callejera el desencanto será terrible e inmediato y en cuestión de horas la dejará a su suerte donde la encontró. Pero la perra callejera sabe que nadie es su dueño, sale ilesa y se va. En cambio si es una perra de raza y fiel, mucho cuidado porque las consecuencias serán más difíciles de manejar.
El ex dueño quedará inicialmente encantado por la fidelidad y cariño que de pronto recibe tan abiertamente de la perrita. Pero como no está acostumbrado a los buenos tratos pronto se sentirá agobiado por sus ganas de jugar y aburrido de su presencia constante e incondicional. Luego  observará a su nueva compañera con cierta desconfianza esperando que se comporte como una gata. A veces secretamente deseará también que se mueva como una gata, incluso que se vea como una gata. Entonces finalmente un día él abrirá la puerta de su casa y le dirá: vete eres libre, yo no soy bueno para ti. La perra obediente lo mirará fijamente a los ojos y con pena hará lo indicado. Él se sentirá aún más vacío, más confundido y algo culpable, pero no por mucho porque sabe que con seguridad alguien más se ocupará de la linda y amorosa cachorra.
Sinceramente yo, que más bien soy el bando canino, pienso que no está en el ADN del género femenino traicionar a quienes amamos. Uno simplemente no traiciona lo que ama. La hembra sana y feliz un nunca muerde la mano que la alimenta. Pero efectivamente, tal vez no sea un tema de género sino de especie.
La pregunta que cabe es: ¿Puede un hombre de gatos cambiar sus preferencias? Yo quisiera que sí, pero en mi experiencia pienso que no. Lo que recomiendo es que por lo menos aprendan a asegurar bien sus ventanas para que no puedan entrar y salir cada que les dé la gana de sus vidas. Y para los avezados les digo, si insistes en tener una gata mantengan cierta distancia, denles poco de comer, sáquenle las uñas y esterilícenlas. Sólo así estarán seguros de que estarán para siempre. Lo peor que puede pasar es que la felina gane un poco de peso, porque lo que no mata engorda y si finalmente las quieres matar, yo encantada puedo ayudar.

domingo, 1 de mayo de 2011

¿Qué tiene Lars Armstrong que no tenga yo?


Tengo una gran admiración por las personas que son perseverantes. La palabra en realidad no  suena muy bien, es un poco rígida, competitiva y un toque obsesiva.

 ¿Qué significa en realidad perseverar? Dicho en criollo sería: el que la sigue la consigue. Pero según la real academia de la lengua española  hay dos significados.

1.       intr. Mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado, en una actitud o en una opinión.

Con esta primera definición siento que voy por buen camino para explicar esa cualidad que valoro tanto. ¿Cómo no querer estar rodeada de personas que son claras en lo que quieren pero que además tienen la capacidad de llevar a la práctica sus ideas sin ser fácilmente derribados, personas que saben defender sus puntos de vista con sustento e incluso difundirlos? Los admiro porque me resultan muy inspiradores y sinceramente son pocas las personas que tienen esta capacidad.

La gente vive muy preocupada en agradar a los demás, en ser gracioso, patero, en caer bien, en que los inviten a todos los reventones del año y algunos simplemente prefieren pasar caleta sin mayor responsabilidad. Estas personas viven la vida sin estar comprometidos con nada más que el entorno social. No les importa mucho el trabajo que hacen sino el dinero que reciben por él, no les importa mucho el bienestar de los demás sino el bienestar que pueden obtener de ellos, no les importa mucho el bienestar de su país, mientras no afecte su estilo de vida. ¿Tienen estas personas algo de malo? ¿Tengo yo el derecho a juzgarlos? Absolutamente no, simplemente no son el tipo de personas que a mí me agrada y muy felizmente no tengo de ellos en mi entorno.

La segunda definición es:

2.       . intr. Durar permanentemente o por largo tiempo.

Aquí se pone muy interesante el tema porque además implica una permanencia en el tiempo y ahí es donde realmente se ve de que están hechas las personas y que tan fuerte es su motivación. No diríamos que es perseverante el que “adquiere” el hábito de correr 7 kilómetros todas las mañanas durante un mes y luego nunca más, ni la gordita que intentó mil dietas durante 10 años y en total ha bajado 1.5 kilos.  O el que dejo de fumar por 6 mese…vamos? No dejo de fumar. (voz en off: estas historias me están sonando muy familiares).

Podemos decir que la perseverancia es algo bueno en todos los aspectos de la vida. Desde poder contener la respiración debajo del agua para poder aprender a nadar, hasta poder mantener un matrimonio “saludable” por muchos años. La mayoría de las personas tendemos a preferir un entorno estable y sin duda las personas perseverantes crean esa sensación de siempre estar ahí, asegurando nuestro entorno y nos hacen sentir que podemos contar con ellos. Las personas perseverantes son por lo general también confiables.

Si esto te anima a ser una persona más perseverante, y ojala así sea, hay tres aspectos importantes que tienes que considerar:

El primero es no caer en la obsesión. Imaginemos por ejemplo el objetivo de hacer una dieta para estar saludable. Si la persona pasa de perseverar a obsesionarse, posiblemente termine desarrollando un desorden alimenticio. Otro ejemplo es cuando uno persevera en mantener una relación en la que ya no se es feliz, pero nos obsesionamos con que funcione, perdiendo en el camino energía, tiempo y en los peores casos hasta la dignidad.

El segundo aspecto. El perseverante debe ser una persona con una moderada capacidad autocrítica porque podría caer en el riesgo de insistir en lograr algo para lo que no tiene una habilidad real. Un ejemplo: que mañana se me ocurra convertirme en corredor de autos. Mi papá es corredor de autos, y yo con una pobre capacidad autocrítica, podría deducir que yo también podría serlo. Pero siendo crítica tengo claro que el temple y la velocidad de reacción no se heredan genéticamente. Sería un tremendo error insistir en convertirme en una gran corredora de autos, porque posiblemente la perseverancia en este caso me llevaría a la muerte en el fondo de un barranco.

El tercero es el error de foco. Si perseveramos en obtener algo sin tener claro qué es lo que queremos lograr, qué tan bueno es para nosotros lo que vamos a lograr y qué tanto vale la pena podríamos obtener algo que no deseamos realmente, algo que incluso nos haga daño o en el mejor de los casos haber perdido tiempo y terminado insatisfechos con el resultado.

La perseverancia es fundamental para los aprendizajes más importantes de la vida, sobre todo en desarrollo infantil. Es también una característica de las personas que son exitosas. Sin embargo siendo algo natural y positivo todos de una y otra forma hemos cometido algunas veces estos tres errores: nos hemos obsesionado, nos hemos frustrado porque no dimos la talla en algo que queríamos lograr, o hemos obtenido luego de mucho esfuerzo algo que no nos hace felices realmente. Pero los verdaderos perseverantes siempre buscan una segunda oportunidad y una tercera también porque de lo que se trata es de caer y volverse a levantar pero sin tropezar tantas veces con la misma piedra (como decía Julio).
Si en algo vale la pena ser perseverante es en la búsqueda de la felicidad. Esta búsqueda que muchas veces nos lleva a mirar fuera de nosotros, a querer conseguir un mejor trabajo, más dinero, un estado civil o el amor o reconocimiento de alguien, pero que en realidad está dentro de nosotros. Poco es el tiempo que realmente dedicamos a escucharnos, a conocernos y a entender qué es la felicidad, comparado con el tiempo que invertimos en conseguir cosas que después cambian y se van.
Los que realmente saben lo que quieren, difícilmente podrán ser derrotados en el camino. Tendrán que vencer muchos obstáculos pero estos sólo los harán más fuertes. Porque a los perseverantes lo que no los mata, con seguridad les engorda el espíritu.
http://youtu.be/sxcY2hvBQZs

martes, 12 de abril de 2011

Viviendo sin la heroína del amor.


Noticia de último minuto (JA): soy adicta a la heroína del maldito amor.  Un mal común.  Soy el tipo de persona que es feliz cuando tiene a alguien a quien querer. Y ahora me toca vivir en abstinencia por voluntad semi-propia (mitad convicción, mitad qué me queda), con todos los síntomas que eso trae como consecuencia. La verdad se me hace difícil porque donde voy siempre hay un generoso dealer dispuesto a ayudar  y si se me ocurre, con mucha dificultad, tratar de  rechazarlo me pintan que lo que él tiene es lo mejor que haya probado jamás. Y como no tengo nada que perder siempre tiendo a intentar.
En este punto ustedes deben estar pensado: pobre mujer, es una dependiente crónica, pero se equivocan. La gente siempre dice que uno TIENE que estar solo para conocerse a sí mismo, para ser independiente. Yo les digo: BULLSHIT.
Yo he tenido novios, enamorados de años, salientes, giles, amigos con algún derecho,  (a todos ellos vamos a denominarlos los innombrables) por mucho tiempo. Y como yo me conozco muy bien es imposible que alguien trate de convencerme de que me conozco menos a mi misma por haber estado con ellos. Estar con alguien no significa vivir la vida del otro. Si uno es suficientemente inteligente lo que saca de las relaciones son un montón de cosas positivas que te nutren y te ayudan a crecer. Pero nada tiene que ver con la perdida de independencia. Yo siempre he tenido mis opiniones y sentimientos muy claros de las cosas y las he podido compartir con los innombrables y crecer con ellos sin dejar de ser yo. Así que no hay que escudar la falta de independencia y de personalidad en los otros. Todo lo contrario, ellos son un aporte.
En estas cosas del amor, el que se pica pierde, no avanza, ni crece.  No es obligatorio que la gente se enamore de nosotros no importa que tan maravillosos creamos que somos, o incluso que seamos. Tampoco el desamor de alguien puede modificar la imagen que tenemos de nosotros mismos y hay que ser muy astutos para no dejarnos afectar demasiado pero si escuchar y valorar lo que tienen que decir aquellos que nos chotean.
Nos podemos desilusionar, pero no nos podemos resentir. Es muy ególatra.  Los ex merecen como mínimo nuestro respeto y gratitud por el tiempo, la intimidad, las ilusiones que compartieron con nosotros. Así que no se piquen, simplemente a veces toca pasarlo mal para volvernos mejores.  
Ahora es cierto que hay que prestar atención cuando tenemos problemas recurrentes de selección. Mi debilidad son los corazoncitos rotos. Los parcho y después se van. Pero si se van bien yo me siento bien (claro cuando se me pasa la ira) y creo que es por eso tengo, diría yo, excelentes post-relaciones con mis innombrables. Pero señores…SE ME ACABO EL HILO. Ayer fui al faro de Miraflores y tire el costurero al mar. Bienvenidos sean más adelante los que quieran dar y recibir, sin preocuparse por las yayas que otras ñañas les hayan hecho en el pasado.
No sé porqué a algunos se les da por desquitarse con la nueva víctima y arrastran la miseria para que los acompañe en su nueva relación. Esto no es solo injusto e inmaduro, sino completamente una pérdida de tiempo para los demás. Lo digo por experiencia: lo que empieza mal, termina mal.
Aquí quiero mencionar a los “amores de la vida”. La gente ve mucha tele, muchas películas románticas, sobre todo nosotras las mujeres. Tomate un segundo para preguntarte ¿Quién es el amor de tu vida? A ver, a ver…
Pues NO. El amor de tu vida es el que estará a tu lado el último día de tu vida. Eso se dará seguro si tienes las riendas de tu vida. ¿Cómo vas a decir que fulana o mengano es el amor de tu vida, si está con otro mientras tú estás contando tu triste historia? No seamos dramáticos con ese rollo tan fatalista y ultravalorado.
Por el momento yo trataré de canalizar mi cariño en asuntos más productivos. Si toco fondo con el síndrome de abstinencia me compraré un perro (esos casi siempre se quedan). Y a disfrutar de la soltería mientras tanto porque como dice Chaplin “el tiempo es el mejor autor, siempre encuentra el final perfecto”.
Agradezco especialmente a todos mis innombrables. No me mató ni me maté por ninguno y cada uno me engordó un poquito.

lunes, 11 de abril de 2011

Lo mas importante en la vida: el amor y el sentido del humor.

10 días de preguntas, 14 horas en la sala de operaciones y dos días en cuidados intensivos con alguien muy querido son tremenda receta para tomar perspectiva, pero de verdad. Esta clarísimo que muchos han superado mayores dificultades y creo que ellos (ustedes) estarán de acuerdo en que estas cosas te aclaran el panorama. Lo que hoy tengo que decir es obvio, pero no por eso menos importante.

Quien se crea autosuficiente, no tiene idea de nada en esta vida y le deseo mucha suerte porque no me imagino cómo la va a hacer. La independencia es excelente pero la autosuficiencia es soberbia e inexperiencia.

En medio de una tensión increíble que podría partirle el cuello a cualquiera, alguien me dio la mano y todo se congeló por un segundo. Todo el ruido de la sala de espera desapareció, una tranquilidad increíble invadió mi cuerpo y pude ver uno por uno a los que me acompañaban. Les juro que parecía que habían bajado todos los ángeles de la película City of Angels. Me provoca poner los nombres de todos los que estuvieron pero sería injusto porque sé que algunos no estuvieron físicamente pero estuvieron igual.

La gente no cree en casi nada (o cree pero duda), pero yo les puedo decir que yo creo en el poder del amor de las personas. Recuerdo un artículo que nos envió mi querida amiga Jeaninne que decía "Las amigas curan", hasta hoy lo tengo y a ella en mi corazón y le agradezco tanto ese mensaje que ahora entiendo mejor.

Otra cosa muy importante que aprendí es que siempre que alguien que te quiere dependa de ti, tú serás mas fuerte. Esta misión humana y que caracteriza sobre todo a las mamás, no debemos evadirla. Hay pequeños momentos en que uno duda y en mi momento de duda le pregunté a mi papá: Pa, ¿tú crees que la hacemos? Y mi papá mí miro, tan asustado como yo, y me dijo: "Claro que la hacemos". Y así con sus palabras nos hicimos fuertes y pude  terminar de subir las escaleras y hacer sentir a otros que de hecho la haríamos y finalmente todos juntos la hicimos: los doctores, la familia, los amigos y hasta los viejos amores.

Y menciono el amor y el sentido del humor porque me causó mucha impresión que esas fueron las palabras que el doctor repitió varias veces en los días previos a la cirugía. Decía amor y nos señalaba. Y así es como yo veo la vida también, como la vemos en general en mi familia.

Estoy segura que vendrán más dificultades en mi vida, pero sé que cuento con el mejor equipo de  ángeles y espero que ellos también se nutran y se apoyen en mi amor y sentido del humor.

Reflexión importante la de hoy: Nunca duden. Siempre que puedan estar y ayudar, háganlo. La gente necesita más de lo que pide.  Dar es placentero y todo lo bueno que uno hace regresa multiplicado.

Y bueno baje un kilito, pero mi gratitud  y mi espíritu si engordaron en el proceso. Así que una vez más reafirmo que lo que no mata, siempre engorda.



miércoles, 6 de abril de 2011

Pulpitas y tiburones.

Si alguien pregunta generalizando ¿a qué animal se parecen más las mujeres? seguramente algunos apasionados contestarían: a una gata por lo seductora; los más macheteros dirían: a un perro por lo fiel; las dulces dirían a una ave por su libertad o una mariposa por su belleza.

Si me preguntan a mí, yo diría que la mujer se parece a un abominable pero multifuncional pulpo. Se dice de los pulpos lo siguiente: Cada uno de sus brazos se conecta con un cerebro pequeño que depende del principal y que los usa para controlar sus brazos. Eso tenemos en común, la capacidad de hacer muchas cosas a la vez pero sobre todo de pensar y resolver muchas cosas a la vez. ¿Te suena?



Cabe mencionar antes de seguir que esto no es un manifiesto feminista. Las diferencias de género ya están más que claras (si aun tienes dudas estas perdidísimo), han sido súper estudiadas y  en definitiva somos diferentes y complementarios, como el día y la noche. Los hombres son maravillosos y de ellos hablaré en otro momento.

Pero de vuelta a las mujeres. De base claro está, que la mujer que funciona bien, funciona mucho, incluso es situaciones complejas. Está en su naturaleza. Pero porqué digo, “mujer que funciona bien”, porque hay tipos de mujeres que en mi opinión se salen de esta definición por voluntad propia (las flojas, las vividoras y las prostis voluntarias).

Lo aceptemos o no tener una mujer en tu vida, siempre la hace mejor. No importa si eres niño o anciano, heterosexual u homosexual. Las mujeres somos multifacéticas como pocos seres…claro, cuando nos da la gana.

Si la mujer está motivada (o ligeramente presionada) puede resolver todo lo que no implique mucha fuerza física. Normalmente nos hacemos las débiles y las desprotegidas, pero si nos dejan solas en una situación de alto riesgo y estrés, empezamos a nadar como locas y salimos a flote salvando a nuestros compañeros. Nunca nos quedamos paralizadas a menos que alguien esté ahí para salvarnos (porque valgan verdades también somos un poco engreídas).

Entonces, si tienes una mujer en tu vida, una MUJER con todas sus letras, sería bueno tomar en cuenta las siguientes recomendaciones de seguridad para una vida más productiva y feliz.

Que no hacer, NUNCA, sin importar la forma:

Decir: “Cálmate”. (Difícil que suceda).
Decir: “Cállate”. (Casi imposible).
Decir: “No te entiendo”. (Es obvio y no vale la pena mencionarlo)
Decir: “Que te pasa ahora”. (Denota hartazgo y genera un súper rollo a continuación).
Decir: “Eso no es lo que quise decir”. (Esta por demás mencionarlo, nosotras siempre sabemos lo que en realidad quisiste decir).

Es decir que además somos complejas y muy intuitivas pero si usas esto a tu favor verás que siempre saldrás potenciado y tendrás a una aliada para enfrentar a los verdaderos obstáculos de la vida. Es triste ver como hoy en día los medios ponen a los hombres y las mujeres como partes en disputa donde siempre uno tiene que ser ganador y el otro perdedor. Algo más que agradecerles a los gringos…la separación del perfecto complemento.

Y ahora, que si hacer:

1.      Presta atención a lo que dice, o pretende prestar atención. (ambos funcionan igual mientras no podamos notar la diferencia)
2.      Cuando la mujer este alterada, agobiada, molesta, celosa, con la regla, triste, resentida, harta, cansada o cualquier otro estado emocional negativo dile: “Ven acá” y abrázala hasta que se calme. FUNCIONA

Pero lo más importante y vital es tener gestos de gratitud sincera, de reconocimiento en la intimidad y frente a los demás también. Eso es casi lo único que queremos las mujeres. Eso es, creo yo, lo que más nos mueve. No que paguen las cosas, no que nos lleven a comer o de viaje, no que nos compren regalos, porque la MUJER verdadera está en la capacidad de conseguir todas esas cosas por ella misma. Lo que siempre anhelará es el cariño y reconocimiento de los que ama de verdad.

De esto podria decir mucho mas pero esta es mi recomendación final: No hay mejor equipo que uno en el que los miembros aportan visiones diferentes y complementarias, porque esto ayuda a crecer y potenciar a las partes. Así que a querernos y respetarnos más entre pulpitas y tiburones, porque en el mar la vida es más sabrosa.