Si alguien pregunta generalizando ¿a qué animal se parecen más las mujeres? seguramente algunos apasionados contestarían: a una gata por lo seductora; los más macheteros dirían: a un perro por lo fiel; las dulces dirían a una ave por su libertad o una mariposa por su belleza.
Si me preguntan a mí, yo diría que la mujer se parece a un abominable pero multifuncional pulpo. Se dice de los pulpos lo siguiente: Cada uno de sus brazos se conecta con un cerebro pequeño que depende del principal y que los usa para controlar sus brazos. Eso tenemos en común, la capacidad de hacer muchas cosas a la vez pero sobre todo de pensar y resolver muchas cosas a la vez. ¿Te suena?
Cabe mencionar antes de seguir que esto no es un manifiesto feminista. Las diferencias de género ya están más que claras (si aun tienes dudas estas perdidísimo), han sido súper estudiadas y en definitiva somos diferentes y complementarios, como el día y la noche. Los hombres son maravillosos y de ellos hablaré en otro momento.
Pero de vuelta a las mujeres. De base claro está, que la mujer que funciona bien, funciona mucho, incluso es situaciones complejas. Está en su naturaleza. Pero porqué digo, “mujer que funciona bien”, porque hay tipos de mujeres que en mi opinión se salen de esta definición por voluntad propia (las flojas, las vividoras y las prostis voluntarias).
Lo aceptemos o no tener una mujer en tu vida, siempre la hace mejor. No importa si eres niño o anciano, heterosexual u homosexual. Las mujeres somos multifacéticas como pocos seres…claro, cuando nos da la gana.
Si la mujer está motivada (o ligeramente presionada) puede resolver todo lo que no implique mucha fuerza física. Normalmente nos hacemos las débiles y las desprotegidas, pero si nos dejan solas en una situación de alto riesgo y estrés, empezamos a nadar como locas y salimos a flote salvando a nuestros compañeros. Nunca nos quedamos paralizadas a menos que alguien esté ahí para salvarnos (porque valgan verdades también somos un poco engreídas).
Entonces, si tienes una mujer en tu vida, una MUJER con todas sus letras, sería bueno tomar en cuenta las siguientes recomendaciones de seguridad para una vida más productiva y feliz.
Que no hacer, NUNCA, sin importar la forma:
Decir: “Cálmate”. (Difícil que suceda).
Decir: “Cállate”. (Casi imposible).
Decir: “No te entiendo”. (Es obvio y no vale la pena mencionarlo)
Decir: “Que te pasa ahora”. (Denota hartazgo y genera un súper rollo a continuación).
Decir: “Eso no es lo que quise decir”. (Esta por demás mencionarlo, nosotras siempre sabemos lo que en realidad quisiste decir).
Es decir que además somos complejas y muy intuitivas pero si usas esto a tu favor verás que siempre saldrás potenciado y tendrás a una aliada para enfrentar a los verdaderos obstáculos de la vida. Es triste ver como hoy en día los medios ponen a los hombres y las mujeres como partes en disputa donde siempre uno tiene que ser ganador y el otro perdedor. Algo más que agradecerles a los gringos…la separación del perfecto complemento.
Y ahora, que si hacer:
1. Presta atención a lo que dice, o pretende prestar atención. (ambos funcionan igual mientras no podamos notar la diferencia)
2. Cuando la mujer este alterada, agobiada, molesta, celosa, con la regla, triste, resentida, harta, cansada o cualquier otro estado emocional negativo dile: “Ven acá” y abrázala hasta que se calme. FUNCIONA
Pero lo más importante y vital es tener gestos de gratitud sincera, de reconocimiento en la intimidad y frente a los demás también. Eso es casi lo único que queremos las mujeres. Eso es, creo yo, lo que más nos mueve. No que paguen las cosas, no que nos lleven a comer o de viaje, no que nos compren regalos, porque la MUJER verdadera está en la capacidad de conseguir todas esas cosas por ella misma. Lo que siempre anhelará es el cariño y reconocimiento de los que ama de verdad.
De esto podria decir mucho mas pero esta es mi recomendación final: No hay mejor equipo que uno en el que los miembros aportan visiones diferentes y complementarias, porque esto ayuda a crecer y potenciar a las partes. Así que a querernos y respetarnos más entre pulpitas y tiburones, porque en el mar la vida es más sabrosa.

lo mejor: el "ahora" (subrayado), preciso.
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